La androginia es un término utilizado para describir a un individuo que presenta características tanto femeninas, como masculinas. Lo propongo como un término aplicado al diseño de producto debido a la relación psicológica que existe entre la forma de un objeto, su estética percibida y los componentes que lo definen como andro o gino.

En este caso, debe tomarse el nuevo término andro, en diseño, como aquel objeto que presenta masculinidad en su forma visceral, y el término gino, como el objeto que presenta formas femeninas, también, desde perspectivas viscerales. Para entender cómo esto afecta la belleza que puede alcanzar un objeto, debemos entender antes que la belleza es un fenómeno físico, pero solo es valioso en un entorno cognitivo. 

La belleza no corresponde al género; sin embargo, el humano, naturalmente, asocia  la belleza con el atractivo sexual, y gracias a esto se puede moldear la cognición. Esto da como resultado un objeto que es atractivo y estético a través de la incorporación de elementos masculinos y femeninos en una proporción ligeramente sesgada. 






El método de aplicación es el siguiente: se analiza el objeto en forma y función y se identifican las características actuales. A partir de esto, se puede posicionar al objeto en el diagrama para determinar el grado de androginia que debemos aplicar. Por último, se modifica la forma del objeto mediante elementos que lo acerquen al centro del diagrama, sin llevarlo al centro perfecto, lo cual, lo convierte en un tercer tipo de forma: el huevo (ovo). 

La belleza requiere de equilibrio y adaptabilidad. Si se toma el centro del diagrama como perfección, la reacción del que percibe será de rechazo. Esto se debe a que, de manera inconsciente, se percibirá como un objeto inquietante, amenazante, o simplemente del mundo natural y aburrido.  




 

Al momento de tomar las decisiones referentes a la androginia es importante tomar en cuenta que todos los elementos deben estar tejidos entre sí con un mismo hilo. El objeto debe ser un mundo en sí mismo desde el inicio hasta el final de nuestro proyecto. La importancia de un proyecto consecuente se ve reflejada, nuevamente, en la percepción. 
 

Tomemos la flor como ejemplo, en la cultura popular es considerada como un símbolo femenino y de belleza. Sin embargo, esta belleza es independiente de su significado femenino. Esto se demuestra al evaluar que las flores perfectas y completas cuentan con ambos componentes de reproducción: masculino y femenino. Cabe destacar que es justamente este simbolismo femenino lo que las sesga en el diagrama y las hace más atractivas dentro de una percepción general. 

El subconsciente de las personas se perturba cuando un mismo proceso contiene elementos que están presentes sin una previa evaluación. Se puedan identificar o no por el usuario, los elementos de un proyecto deben curarse hasta el último detalle; esto facilitará que el mensaje de un objeto sea claro, estético y permita incorporar a un ser vivo dentro de su escenario.  

Esta situación es responsabilidad del diseñador y de quienes tomen las decisiones en el proyecto. Buenas decisiones, consecuentes y andróginas, van más allá de un atractivo visual. Este método es aplicable a otros ámbitos de la percepción, como el sonido, el olfato y el tacto. Música, perfumes y texturas son ejemplos básicos y fáciles de identificar, los cuales, de forma consciente o inconsciente, utilizan este método de androginia sesgada. 

Por último, tomemos de ejemplo la moneda transformada en joyería. Un círculo, como lo es la forma percibida de una moneda de Q1. Es un objeto ovo; esto porque el círculo es una figura perfecta. Al convertir el círculo en un aro se agregan elementos femeninos a la forma, lo cual, desplaza el centro puro hacia una androginia sesgada y esto lo hace al objeto visualmente más atractivo. Para finalizar, este proceso de conversión se relata con una historia que le da profundidad al concepto en múltiples niveles sensoriales.