LA IDENTIDAD Y LOS RECURSOS
"La transformación es profunda y surge en el interior. Cada acción tiene consecuencia y esto resuena en nuestra identidad."
MISTERIOS REVELADOS
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Te hago una propuesta, cambiemos menos es más por: la cantidad necesaria. Aplicar una norma sin analizar el contexto perjudica el diseño final. Cada elemento que incorporamos en cualquier fase del proceso será perceptible al terminar el diseño. Si estamos de acuerdo con la propuesta del volumen anterior, sabremos que el producto trae consigo de forma tácita un escenario frágil.
Este escenario se forma a partir de la armonía entre sus elementos primarios, sus propios componentes; y secundarios, otros elementos del entorno en el que se encuentra. Estos escenarios diseñados destacan dentro de la percepción debido a que en su núcleo se encuentran capas de hábitos, virtudes y elementos agregados en cantidades ideales. La cantidad necesaria de cualidades, físicas y cognitivas, se definen en un solo término: identidad.
Esta identidad se construye desde la misma del usuario y diseñador. Lo importante es crear una secuencia de acciones replicables, que llamaremos hábitos, que conforman el diferenciador de este nuevo objeto que es, en sí mismo, una entidad. Esta entidad se relaciona con otras en un espacio curado, al que debemos llamar según nuestra propia percepción del diseño.
Lo importante es el significado que tiene para el propio diseñador el nombre de su visión. Las palabras son irrelevantes. Esto es para que pueda haber una asociación fácil con una visión e imagen mental. Como ejemplo, exhibo el nombre de mi propia imagen mental: Museo.
Esta nueva realidad filtrada debe convertirse en un estándar personal. Diseñar una imagen mental, aplicarla a cada hábito cotidiano y mover nuestros esfuerzos hacia una creencia profunda logra generar diseñadores dedicados. Los diseñadores dedicados obtienen resultados agradecidos, y los resultados agradecidos crean escenarios virtuosos.
LAS REGLAS SE SIGUEN COMO ÚLTIMO RECURSO
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Al diseñar realidades complejas a partir de objetos, es importante permitir la fluidez. Forzar elementos únicamente llevará a percepciones forzadas. La realidad escénica se construye de forma natural cuando se interactúa con ella a través del tiempo.
Adelantarse al tiempo es posible al trazar de objetivo los hábitos que queremos desarrollar. Pensemos en cómo todos los componentes de una habitación existen en ese espacio debido a una serie de acciones. La existencia del objeto en el espacio construye el espacio mismo, y esto lo hace de manera independiente a su función principal.
El proceso de diseño se convierte en los hábitos del objeto porque de la idea pasa a una realidad. Los hábitos que lo construyen son, en realidad, los hábitos del usuario proyectados, y esto promueve la resonancia entre ambos. Por esto, los fundamentos del diseño no determinan la identidad del objeto.
Las herramientas teóricas y principios de creación guían el proceso para que el objeto cuadre fielmente en una realidad natural; esto beneficia al escenario, porque lo forja bajo parámetros universales, y beneficia al humano, porque nos conviene encontrar variedades de objetos que sigan líneas similares. Estos principios utilizados en una receta única crean tendencias, modas y estilos; sin embargo, se debe destacar que estas no son la identidad del objeto, sino una herencia mediante instrucciones.
Sugiero que las instrucciones se apliquen como el último recurso luego del análisis y determinación de la identidad. La utilidad del objeto es más importante que su función, porque la resonancia que tiene el objeto con el usuario se determina por la propia intención del usuario. La identidad se puede reinventar, un vaso puede ser un florero, una moneda puede ser un anillo.
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